En esta vivienda, en Santa Pola, el propietario quería renovar el suelo, y optó por colocar tarima flotante en toda la casa, excepto en los baños. De este modo consiguió cambiar totalmente la apariencia y estilo de la casa. Colocar tarima flotante es una forma de renovar la decoración que ofrece muchas ventajas.
VENTAJAS DE LA TARIMA FLOTANTE
Variedad: En el mercado existen multitud de tonos y aspectos diferentes que simulan con mucha fidelidad la madera natural. También se puede imitar la apariencia de piedra natural, y materiales como la cerámica y sus texturas.
Mantenimiento: La capa superior de la tarima flotante protege el material de las manchas y derrames, haciendo la limpieza y el mantenimiento sencillo. Basta con barrer o aspirar el suelo para eliminar el polvo y la suciedad.
Instalación: La instalación de un suelo laminado por clic es uno de los sistemas más sencillos. No se necesita adhesivo y las piezas quedan encajadas como un puzzle. El suelo de una casa entera se puede en colocar en dos o tres días. Se puede instalar prácticamente sobre cualquier superficie. Esto elimina la molestia y el gasto de tener que quitar la instalación de suelos antes de instalar nuevos materiales laminados.
Resistencia: La tarima flotante es resistente a muchos de los agentes exteriores, como la luz ultravioleta, por lo cual se recomienda en salones acristalados.
Antibacterias: La tarima flotante resiste a la formación de moho y bacterias. Además se puede tratar con recubrimientos anti-bacterias para que sean aún más seguro.
La tarima flotante aporta serenidad y comodidad a la casa. Los colores claros son indicados para lugares con poca luz; los tonos medios disimulan las huellas y son más acogedores; y los colores oscuros son apropiados en diseños vanguardistas.
