Son numerosas las ventajas que ofrecen los descalcificadores, tanto para las personas como para los electrodomésticos. La cal presente en el agua es el principal factor en el deterioro de las tuberías y los electrodomésticos, como la lavadora o el lavavajillas. Por otro lado, produce sequedad en la piel y el cabello, produciendo leves picores en pieles sensibles. La cal también afecta negativamente al sistema de riego y a las plantas o césped. La necesidad de un descalcificador varía en función de la dureza del agua. Por ejemplo, en Alicante el agua es muy dura y oscila entre 35 y 65 ºfH. La instalación de un descalcificador conlleva mejoras para la salud y aumenta la durabilidad de los electrodomésticos y sistemas de fontanería.
En este trabajo, en Santa Pola, un cliente decidió instalar un descalificador fuera de su casa, para lo cual fue necesario construir un espacio cerrado de obra destinado a contener el descalcificador.