Decoración en blanco y negro

La iluminación

La iluminación en espacios decorados en blanco y negro la iluminación es esencial. El blanco es muy luminoso y el negro muy oscuro. De este modo, hay que colocar los muebles y distribuir los tonos teniendo en cuenta la orientación de las ventanas y la dirección de la iluminación, para evitar que las paredes o muebles blancos no reciban mucha iluminación y dirigirla hacia los tonos oscuros para realzarlos.

Proporción de tonalidades

Para conseguir el equilibrado lo ideal es conseguir el máximo contraste posible. Debe predominar el blanco, sobre todo para los techos, ya que el negro no reflejaría la luz de las lámparas. En las paredes se puede seleccionar una de las paredes para pintar en negro, y las otras tres blancas, o pintar la parte inferior de cada pared en negro y los dos tercios superiores en blanco. O con franjas blancas y negras… Otra alternativa es utilizar empapelado que tenga un estampado en blanco y negro.

Es importante que, en estancias o viviendas pequeñas, se escoja el blanco en las zonas más amplias y se deje el negro para los detalles y conseguir así una mayor amplitud visual.

Ruptura con otros colores

Otra de las claves en la decoración en blanco y negro es añadir pequeños detalles de otros colores para romper la monotonía y añadir viveza al ambiente. Así se consigue reducir el fuerte contraste entre estas dos tonalidades, y se hace destacar estos objetos dándoles mayor protagonismo del que tendrían en un entorno más colorido.

Decoración

Para los últimos detalles se pueden colgar espejos, portarretratos o ilustraciones en blanco y negro. O usar este binomio en elementos decorativos, como un tapete blanco sobre una mesa negra, pantallas blancas en lámparas negras o flores blancas en un jarrón negro.